La UE quiere acabar con las baterías internas de los móviles, para luchar contra la obsolescencia programada
La Unión Europea ha decidido plantar cara a las malas prácticas de los fabricantes de teléfonos móviles y ha puesto en el punto de mira las baterías internas de los teléfonos, por lo que se plantea una nueva norma, con la intención de mejorar el impacto medioambiental y limitar la obsolescencia programada.
Primero fue el cable USB-C, que empezará a ser obligatorio en 2024. Esta medida afecta sobre todo a Apple, que ya ha comentado que no tendrá más remedio que aceptarla y rediseñar sus iPhone.
Las baterías internas, principal repuesto de obsolescencia programada
Ahora llega el turno para las baterías internas. Desde hace años los móviles llevan la batería integrada de tal manera que no es posible acceder a ella por parte del usuario. Los ciclos de cargas degradan las baterías y esto obliga a llevar el dispositivo a un servicio técnico para su sustitución, o bien, reemplazar el teléfono.
Desde Bruselas quieren obligar a las empresas a fabricar teléfonos móviles con baterías extraíbles para que puedan ser sustituidas y no se tenga que comprar un móvil nuevo. Reducir el impacto medioambiental, facilidad de reciclaje y evitar las malas prácticas de obsolescencia programada.
Europa no cede ante las presiones de los fabricantes y va mucho más allá porque estas baterías extraíbles proporcionarán datos del rendimiento, la capacidad y la composición para saber cómo ha sido el rendimiento durante su vida útil. Si la norma sigue su curso, afectaría a los portátiles, tablets y a otros dispositivos con baterías inaccesibles para sus usuarios.